Salir una noche, con miedo a que tus padres te llamen por teléfono preguntándote que dónde coño andas, pisando bien fuerte con los tacones más altos de tu madre, llegar al sitio y sonreír, sonreír porque ya estás ahí, y miras a tu amiga y las dos corréis a conocer gente y a saludar, y te animas, porque todo dios está bebiendo y bebes, y te ríes y te vuelves a reír y necesitas mear, vais de la mano tu amiga y tu, con los pies reventados riéndoos por todo, entráis un bar ponéis cara de buenas y os dejan entrar, y seguís riendo, y más y más…Y la noche sigue y son casi las cinco… Reconócelo todos hemos hecho eso alguna vez, no olvides la parte más importante:
Ríe, y vuelve a reír, sigue riendo…
Ríe, y vuelve a reír, sigue riendo…
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